Con motivo del Día Mundial de la Educación Ambiental, hablamos con cuatro de los 70 embajadores españoles que trabajan en concienciar a la sociedad, y en particular la nueva generación, sobre el cambio climático y sus consecuencias
Por Agathe Cortes y Sofía Garro 25 de Enero de 2022 Proyectos EU
Como muchas otras niñas, Lucía Gonzalez soñaba con cambiar el mundo. Según fue creciendo, deseaba con todas sus fuerzas trabajar en una ONG. El curso de la vida llevó a esa niña hacia otro camino, entre ciencias puras e ingeniería industrial, hasta acabar hoy siendo embajadora española del Pacto Climático Europeo y creando Natives, una plataforma internacional que introduce como pilar esencial la sostenibilidad en la educación. “Con esta iniciativa [presente en 70 escuelas de 12 países de todo el mundo], me acerco más y más a mi sueño”, nos cuenta Lucía por videollamada.
Hay casi 70 embajadores españoles en el Pacto Climático que trabajan en sensibilizar y educar a la sociedad sobre uno de los mayores retos que tenemos actualmente: el cambio climático. Lo que les motiva para ello es el poder aportar su “grano de arena”, ser “una cara más de un cubo muy complejo” y, sobre todo, su experiencia o la de otros referentes. “Los seres humanos funcionamos por inspiraciones. La proyección entre nosotros es importante. El testimonio de una persona, su vivencia, es suficiente para movilizar a muchas otras”, opina Lucía.
Juan Luis Muñoz, profesor desde 2016 y con particular interés en la crisis climática, piensa lo mismo. Para él, es crucial recurrir al aprendizaje por proyectos, experiencias y vivencias para que sus alumnos desarrollen su creatividad, motivación y conciencia sobre lo que le está ocurriendo al planeta. “Es importante que ellos sean protagonistas”, añade. Metido en un proyecto Internacional sobre la Acción Climática que reúne a dos millones y medio de estudiantes de unos 115 países, Juan Luis tiene muy claro que es crucial buscar colaboraciones, referentes y dotarnos de diferentes perspectivas. “Este tema es muy transversal”, afirma.
Según los embajadores, la urgencia climática puede abordarse en otras disciplinas y formar parte de la educación universal y no ser una rama más o un valor añadido en un currículo. “Con mis alumnos adultos en clase de francés, por ejemplo, hemos hecho una carta de amor al planeta. Esas también son vías para integrar el problema y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en la mente de las personas”, ejemplifica.
Ramón Vila, fundador y propietario de Vision Communication, una agencia de comunicación especializada en sensibilizar sobre temas de transformación social, está de acuerdo: “Es un trabajo de hormigoneo constante, y nuestra labor creo que debería ser mostrar que cuidar del clima y del planeta en general no tiene por qué ser aburrido sino todo lo contrario y eso genera un bien común superior”.
Los próximos actores del cambio
La nueva generación es el foco de los embajadores. Ellos parecen ser los actores del cambio que todo el mundo espera. “Si no podemos hacer entender los retos del planeta a los jóvenes, seguiremos repitiendo los mismos fallos”, advierte Lucía. “Tendemos a poner etiquetas, pero la educación es una y es única. Tiene que ser integral y accesible a todos. Los alumnos tienen que ver, entender y experimentar, y solo a partir de ahí se podrán cambiar las cosas”, insiste.
La importancia de la colaboración vuelve en la conversación varias veces. “Hay que conectar mucho más las escuelas con el mundo profesional, que los expertos entren e las aulas y se coordinen con los profesores. En definitiva, que la comunidad educativa sea más amplia y no solo entre los cuatro muros de la escuela, sin olvidar el criterio y la experiencia”, propone la embajadora muy en línea con el discurso y el método educativo de Juan Luis.
Ramón confía en que la percepción de la urgencia climática seguirá mejorando a lo largo de los próximos años y que para que ocurra, la clave son las nuevas generaciones “por la sencilla razón de que tienen una consciencia climática en general muy arraigada. Figuras como Greta Thunberg y otros influencers jóvenes creo que han despertado interés en la juventud y, si no se trata de una moda pasajera, creo que lo lógico es que la preocupación por el clima sea un tema cada vez más extendido en la sociedad en general”.
Pequeñas acciones pensando a lo grande
“Act local, think global” es un lema que los entrevistados defienden para impulsar el cambio en la sociedad. Todos están de acuerdo que para motivar a otras personas a seguir este camino es centrándose en lo cercano y tomar acciones sencillas. “Eso nos permitirá más adelante detectar problemas mayores y recuperar la esperanza. Nos planteamos objetivos demasiado ambiciosos. Sería deseable poder ir de lo cercano a lo lejano, de lo concreto a lo abstracto”, comenta Leticia Gil, actualmente en la Consejería de Educación de Toledo.
Para Ramón, debemos priorizar el respeto por el medio ambiente. Desde pequeñas cosas como no tirar una colilla al suelo o recoger todos los residuos que generamos en cualquier actividad, “hasta cosas más amplias cómo crear una cultura empresarial respetuosa con el medio ambiente y que esto sea considerado un elemento clave a la hora de trabajar con una persona/empresa u otra”, propone.
“Mi carta de los Reyes Magos es que pasemos de ser una sociedad un poco más sensibilizada por el bombardeo mediático a tener criterio como ciudadanos y no caer en simplismos”, concluye Lucía en harmonía con el resto de los entrevistados.
El Pacto Europeo por el Clima
El Pacto Europeo por el Clima, como parte del Green Deal, es una iniciativa a escala de la Unión Europa que se puso en marcha en diciembre de 2020, que invita a las personas, comunidades y organizaciones a participar en la lucha contra el cambio climático, en la transición ecológica y a construir una Europa más verde.
Los embajadores del Pacto Europeo por el Clima son personas de trayectorias distintas y procedentes de todos los rincones de Europa comprometidas con la acción por el clima. Difunden, inspiran y apoyan la acción por el clima en sus comunidades y redes y son personas apasionadas que quieren cambiar las cosas.
Como parte del compromiso de la biotecnología con la emergencia climática y estando presente en 11 de los 17 ODS, AseBio es el coordinador nacional del Pacto y cuenta con más de 160 socios que trabajan en encontrar soluciones contra el cambio climático.
Foto 1: Mika Baumeister/Unsplash.
Foto 2: (de izquierda a derecha) Juan Luis, Leticia, Ramón y Lucia